T.C.P. (una forma de ser)

El candidato a presidente por la oposición el Dr. Muke siempre fue un incorregible pacato. Desde su prosélita juventud, en la década de los noventa en la nominalmente atenuada Franjita, siempre se caracterizó por su perpetua e irreductible intransigencia en los que a preceptos amorales e ideológicos se refiere, no cesando nunca, a través de su constancia de activista, en una predica de abusivas reprimendas y de inextinguibles reparos al accionar de los otros que no opinen como el. Desde allí, desde ese empíreo del accionar escrupuloso y reprensivo, se afanó en hacerse de una figura de atestadas disposiciones gorilescas, resaltando, mas que ningún otro rasgo, el ser un contumaz adversario de toda propuesta de corte socialista, comunista o que refiriera tangencialmente un desden al poder de la palabra radical. No en vano su publica y machacada adhesión a la Franjita, de la que no hay noticia de secta mas observante y presuntuosa, se convertiría en la formula emblemática con la que guiaría su quehacer de hombre publico y que por otra parte le daría su degustada nombradía de político dogmático y refractario a las medias tintas. 
La llegada del arquitecto del gol JMB al poder no mitigó ni sus temores ni sus repulsiones de remilgado copeyano, antes bien fue el incentivo por excelencia para el despliegue de una febril campaña personal orientada a organizar una repulsa masiva que conllevara a la definitiva caída del estrenado líder. Así con fruición reunió y organizó a los más recalcitrantes sectores de la oligarquía tecepiana para que estos arengaran a su feligresía en contra del estadista JMB y para poblar igualmente los titulares periodísticos con abundantes recriminaciones y acusaciones al Presidente de incalificable apostasía. De manera parecida no cesó de atosigar al gran DT zucarollo al que intimidó con discursos cargados de terribles promesas de “mandarle a los muchachos del sindicato” en el hipotético caso que con prontitud no embistieran briosos en contra del susodicho. Dentro de su mundo farandulero pudo con facilidad cosechar la iracundia colectiva y la impugnación arrebatada, una de tal dote que rememoraba aquella energía contra-renacentista de la Inquisición con la que se suscribirían los más insidiosos y encarnizados autos de fe. 
A partir de los fracasados intentos de golpe de Estado contra el democrático gobierno del arquitecto del gol JMB y de los infructuosos y masivos “aprietes” a lo largo de los casi 10 años de mandato, el Dr. Muke fue desiganado para que formara parte del cuerpo letrado de la institución, cuyo Buffet tuvo la honorabilidad de ser presidido pro el Dr. “Rizos dorados al viento Bruni. Propuesta ésta que al principio no le cayera bien al dr. Muke, en virtud de tener que compartir el estrado con tamaño blondo dr., quién al enterarse de la propuesta no dudo un instante en recriminarle por el sospechoso vaciamiento sufrido en su coqueto estudio. 
  Que Dios se apiade de TCP si es que Muke gana